El asunto de los terremotos y su frecuencia a veces se presta a malos
entendidos, y visiones subjetivas. Y soy de la convicción de que es
mejor abordarlas de manera objetiva, no solo para fines científicos
puros, sino también para poder extraer conclusiones y lecciones
prácticas de ese fenómeno.
Si bien es cierto que la detección de
los terremotos se ha incrementado gracias a más sismógrafos y gente
dedicada a esa actividad, es inicutible que el IMPACTO de dichos
fenómenos ha aumentado en los pasados 100 años. ¿Me permites explicar
por qué pienso eso? Primero, porque es un hecho patente que en este
período la densidad de población se ha incrementado en ciertas zonas del
planeta, y al ser estas áreas víctimas de un sismo grande, el impacto
es más catastrófico. Segundo: El impacto emocional sobre la gente es
mayor, ya que, al haber más medios de comunicación, cualquier terremoto
mediano o grande causa temor y angustia a un mayor número de personas
en el planeta, así no sean afectados por el sismo particular.
Ahora
bien, las estadísticas sobre terremotos pudieran parecer
intrascendentes para el humano promedio, a menos que se vean desde la
óptica de su IMPACTO sobre la humanidad. Y en ese respecto, sí se
pudiera concluir que éste ha aumentado progresivamente desde 1900.
Para
un estadístico pudiera ser fácil interpretar tantas cifras sobre
terremotos, pero lo cierto es que personas entendidas en la materia sí
han notado un aumento en impacto de los terremotos últimamente. Para
muestra, las siguientes citas (tomadas de http://wol.jw.org/es/wol/d/r4/lp-s/2008723#p3):
«¿Tiene usted la
impresión de que nunca antes los temblores habían causado tanto daño?
Pues está en lo cierto. “La actividad sísmica ha aumentado
repentinamente en todo el planeta [...], pero nadie sabe por qué”,
explicó el sismólogo indio Rajender Chadha en 2007. Además, el número de
víctimas ha crecido debido al rápido incremento de la población en
zonas de riesgo. Según el Servicio Geológico de Estados Unidos, el
terremoto y el tsunami que se produjeron en el océano Índico
convirtieron al año 2004 en “el más mortífero —en lo que a terremotos se
refiere— de los últimos quinientos años” y en “el segundo de toda la
historia”.»
Y revisando la página del USGS hice el siguiente
análisis, que demuestra que la mortalidad y cantidad de los terremotos
sí ha aumentado en las pasadas 3 décadas:
Este análisis de los datos del Servicio Geológico de Estados Unidos (USGS, por sus siglas en inglés) muestra que desde 1980 la mortalidad y cantidad de grandes terremotos han aumentado, como predijo Jesús para los "últimos días" en Mateo 24:7; Marcos 13:8; Lucas 21:11.