Agencia de noticias EFE
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La noticia del momento en el campo de la física en julio de 2012, es la prueba experimental de la existencia de una importantísima partícula subatómica, muy probablemente la llamada "bosón de Higgs", apodada también "la partícula de Dios".
Los físicos la llaman “la partícula de Dios” porque es la pieza que les falta para comprender la estructura de la materia a nivel subatómico.
Después de hacer dieta, usted sube a la báscula con la esperanza de ver una cifra menor que hace unos meses; quiere perder peso, que es el resultado de multiplicar su masa por la aceleración de la gravedad. ¿Y qué determina la masa? A los físicos teóricos esta cuestión les carcome desde hace medio siglo. Por fin han encontrado una respuesta: existe una partícula, llamada bosón de Higgs, responsable del valor de la masa del universo.
¿Qué es un "bosón"?
En física de partículas, un "bosón" es uno de los dos tipos básicos de partículas elementales de la naturaleza (el otro tipo son los fermiones). La denominación "bosón" fue dada en honor al físico indio Satyendra Nath Bose.
El bosón de Higgs es la partícula que confiere masa a todas las demás partículas. Los
bosones transportan las unidades mínimas de cada una de las cuatro
fuerzas de la naturaleza (interacción nuclear fuerte, interacción nuclear débil, interacción electromagnética e interacción gravitatoria). Los fermiones (protones, neutrones...) son los
que forman los átomos y la materia sólida. Los fermiones son los
'ladrillos' de la materia. Los bosones son el 'cemento' que los mantiene
unidos.
Las ideas esenciales están en los campos
En 1964 el británico Peter Higgs propuso una elegante solución a esta discrepancia. Supuso que todo el universo está ocupado por un campo parecido al electromagnético. El concepto de “campo”, introducido por el físico inglés Michael Faraday en el siglo XIX, es uno de los más importantes de la física. En el espacio que nos rodea no sólo hay materia. Si pudiéramos sacar de una sala hasta la última mota de polvo y la última molécula de aire, no podríamos decir que allí no queda nada. La prueba palpable es que, si lanzamos una pera, caerá al suelo; hay algo que la hace caer que llamamos “gravedad”. Dicho más correctamente, hay un campo gravitatorio cuya causa es el planeta que tenemos a nuestros pies. Pero no sólo eso. Si lanzamos en línea recta un electrón y analizamos su trayectoria, notaremos que algo modifica su camino. Ese algo sólo influye en las partículas con carga eléctrica; las neutras ni se enteran. Es el campo electromagnético. Su origen es la suma del magnetismo terrestre, los efectos de las antenas, los televisores, el cableado de la casa, los electrodomésticos, etc. En definitiva, una fuerza no es otra cosa que el efecto de un campo; y la materia posee propiedades –como la masa y la carga– que la hacen sensible a los diferentes campos. La propuesta de Higgs fue revolucionaria: existe un campo que llena el espacio, y cuando las partículas interaccionan con él, adquieren masa.
La idea choca con la intuición. ¿No es la masa una propiedad intrínseca de la materia? Para entenderlo, se suele recurrir a un ejemplo: imagine que se encuentra en una fiesta y entra Jessica Alba. Quienes están junto a la puerta se agrupan en torno a ella. A medida que se mueve por la sala los asistentes más cercanos se ven atraídos por la actriz, que se mueve con más dificultad que si estuviera sola, pues todos intentan acaparar su atención. Este efecto de acúmulo es el mecanismo de Higgs.
Mucho más que un número en la báscula
Así funciona la masa, que determina la resistencia de un cuerpo a cambiar su estado de movimiento, la inercia. Su efecto lo notamos todos los días en el autobús: cuando arranca nos vamos hacia atrás y si da un frenazo nos vemos impelidos hacia adelante. Cuanta más masa tengamos, mayor será esa resistencia y por eso la distancia de frenada de nuestro coche con el maletero lleno es más larga que si vamos de vacío. Como dice el teórico Brian Greene, “las fuerzas que todos ejercemos miles de veces al día para cambiar la velocidad de un objeto luchan contra la fricción del océano de Higgs”.
En 1964 el británico Peter Higgs propuso una elegante solución a esta discrepancia. Supuso que todo el universo está ocupado por un campo parecido al electromagnético. El concepto de “campo”, introducido por el físico inglés Michael Faraday en el siglo XIX, es uno de los más importantes de la física. En el espacio que nos rodea no sólo hay materia. Si pudiéramos sacar de una sala hasta la última mota de polvo y la última molécula de aire, no podríamos decir que allí no queda nada. La prueba palpable es que, si lanzamos una pera, caerá al suelo; hay algo que la hace caer que llamamos “gravedad”. Dicho más correctamente, hay un campo gravitatorio cuya causa es el planeta que tenemos a nuestros pies. Pero no sólo eso. Si lanzamos en línea recta un electrón y analizamos su trayectoria, notaremos que algo modifica su camino. Ese algo sólo influye en las partículas con carga eléctrica; las neutras ni se enteran. Es el campo electromagnético. Su origen es la suma del magnetismo terrestre, los efectos de las antenas, los televisores, el cableado de la casa, los electrodomésticos, etc. En definitiva, una fuerza no es otra cosa que el efecto de un campo; y la materia posee propiedades –como la masa y la carga– que la hacen sensible a los diferentes campos. La propuesta de Higgs fue revolucionaria: existe un campo que llena el espacio, y cuando las partículas interaccionan con él, adquieren masa.
La idea choca con la intuición. ¿No es la masa una propiedad intrínseca de la materia? Para entenderlo, se suele recurrir a un ejemplo: imagine que se encuentra en una fiesta y entra Jessica Alba. Quienes están junto a la puerta se agrupan en torno a ella. A medida que se mueve por la sala los asistentes más cercanos se ven atraídos por la actriz, que se mueve con más dificultad que si estuviera sola, pues todos intentan acaparar su atención. Este efecto de acúmulo es el mecanismo de Higgs.
Mucho más que un número en la báscula
Así funciona la masa, que determina la resistencia de un cuerpo a cambiar su estado de movimiento, la inercia. Su efecto lo notamos todos los días en el autobús: cuando arranca nos vamos hacia atrás y si da un frenazo nos vemos impelidos hacia adelante. Cuanta más masa tengamos, mayor será esa resistencia y por eso la distancia de frenada de nuestro coche con el maletero lleno es más larga que si vamos de vacío. Como dice el teórico Brian Greene, “las fuerzas que todos ejercemos miles de veces al día para cambiar la velocidad de un objeto luchan contra la fricción del océano de Higgs”.
El bosón no es de Higgs
Es maravilloso poder entrever, en nuestra limitada percepción y entendimiento humano, la maravilla de como Jehová creó y mantiene unido el universo físico. Muchos científicos, son reacios a atribuir "causa" inteligente al "efecto" que es el Cosmos (tanto a nivel macro como en el micro), pero aun así, un buen número de ellos, tal como Eistein se ven forzados por las pruebas y la razón a admitir "la armonía de la ley natural, que revela una inteligencia de tal superioridad que, en comparación con ella, todo el pensar y actuar sistemático de los seres humanos es un reflejo absolutamente insignificante”.
la experiencia cotidiana nos muestra que la casualidad dista mucho de ser un proceso eficiente y coordinado, que produzca sistemas que reflejen lógica y que a todas luces estén destinados a interconectarse con otros sistemas, para lograr un fin.
A este respecto, es muy interesante estas citas del libro "¿Existe un Creador que se interese por nosotros?", publicado por los testigos de Jehová, en su capítulo 2, páginas 17 y 20:
Cuatro fuerzas físicas fundamentales |
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“Combinación de coincidencias” |
“Si la fuerza débil hubiera sido un poco más fuerte, no se habría
producido el helio; si hubiese sido un poco más débil, casi todo el
hidrógeno se habría convertido en helio.” “La viabilidad de un universo en el que hay helio y supernovas que explotan es muy escasa. Nuestra existencia depende de esta combinación de coincidencias, y de la coincidencia todavía más asombrosa de los niveles de energía nuclear predichos por [el astrónomo Fred] Hoyle. A diferencia de todas las generaciones anteriores, sabemos cómo llegamos aquí, pero al igual que todas las generaciones anteriores, aún no sabemos por qué.” (New Scientist.) |
Y de esta misma publicación, en la página 21 dice:
La intensidad de estas cuatro fuerzas fundamentales está sorprendentemente bien ajustada. “Parece que en todo lo que nos rodea vemos pruebas de que la naturaleza lo hizo exactamente como debía hacerse”, escribió el profesor Paul Davies. En efecto, la intensidad justa de las fuerzas fundamentales ha hecho posible la existencia y funcionamiento del Sol, de nuestro agradable planeta con el agua que sustenta la vida, de la atmósfera, esencial para la vida, y de una gran cantidad de valiosos elementos químicos que se hallan en la Tierra. Pero pregúntese: “¿Por qué es tan precisa la intensidad de estas fuerzas, y a qué puede atribuirse?” |
En virtud de las maravillosas fuerzas que se combinan magistralmente para dar forma al universo, que mantienen unidas las partículas que lo componen, y que causan que tenga masa concreta, es tanto lógico como razonable que nuestra mente inteligente concuerde con las siguientes citas bíblicas:
“¿Quién ha medido las aguas en el simple hueco de su mano, y ha tomado las proporciones de los cielos mismos con un simple palmo, y ha incluido en una medida el polvo de la tierra, o ha pesado con indicador las montañas, y en la balanza las colinas? ¿Quién ha tomado las proporciones del espíritu de Jehová, y quién como su hombre de consejo puede hacerle saber algo? ¿Con quién consultó para que se le hiciera entender, o quién le instruye en la senda de la justicia, o le enseña conocimiento, o le hace conocer el mismísimo camino del verdadero entendimiento?
¡Mira! Las naciones son como una gota de un cubo; y como la capa tenue de polvo en la balanza han sido estimadas. ¡Mira! Él alza las islas mismas como simple polvo fino.[...] Todas las naciones son como algo inexistente delante de él; como nada y como una irrealidad le han sido estimadas.
¿Y a quién pueden ustedes asemejar a Dios, y qué semejanza pueden poner al lado de él?”
(Isaías 40:12-15, 17, 18)
“Él está extendiendo el norte sobre el lugar vacío, colgando la tierra sobre nada;” (Job 26:7)
“Él es el Hacedor de la tierra por su poder, Aquel que firmemente estableció la tierra productiva por su sabiduría, y Aquel que por su entendimiento extendió los cielos” (Jeremías 10:12)
“¿Puedes tú atar firmemente las ligaduras de la constelación Kimá, o puedes desatar las cuerdas mismas de la constelación Kesil? ¿Puedes hacer salir la constelación Mazarot a su tiempo señalado? Y en cuanto a la constelación Ash al lado de sus hijos, ¿puedes conducirlos? ¿Has llegado a conocer los estatutos de los cielos, o podrías tú poner su autoridad en la tierra?” (Job 38:31-33)
“Levanten los ojos a lo alto y vean. ¿Quién ha creado estas cosas? Es Aquel que saca el ejército de ellas aun por número, todas las cuales él llama aun por nombre. Debido a la abundancia de energía dinámica, porque él también es vigoroso en poder, ninguna de ellas falta.” (Isaías 40:26)
(Isaías 40:12-15, 17, 18)
“Él está extendiendo el norte sobre el lugar vacío, colgando la tierra sobre nada;” (Job 26:7)
“Él es el Hacedor de la tierra por su poder, Aquel que firmemente estableció la tierra productiva por su sabiduría, y Aquel que por su entendimiento extendió los cielos” (Jeremías 10:12)
“¿Puedes tú atar firmemente las ligaduras de la constelación Kimá, o puedes desatar las cuerdas mismas de la constelación Kesil? ¿Puedes hacer salir la constelación Mazarot a su tiempo señalado? Y en cuanto a la constelación Ash al lado de sus hijos, ¿puedes conducirlos? ¿Has llegado a conocer los estatutos de los cielos, o podrías tú poner su autoridad en la tierra?” (Job 38:31-33)
“Levanten los ojos a lo alto y vean. ¿Quién ha creado estas cosas? Es Aquel que saca el ejército de ellas aun por número, todas las cuales él llama aun por nombre. Debido a la abundancia de energía dinámica, porque él también es vigoroso en poder, ninguna de ellas falta.” (Isaías 40:26)
- «La partícula divina», http://www.muyinteresante.es/la-particula-divina
- «El Boson de Higgs tiene la misma utilidad práctica que tenía la electricidad el siglo XIX», http://www.abc.es/20120706/ciencia/abci-boson-higgs-explicacion-201207061252.html
- «Bosón»,, Wikipedia, http://es.wikipedia.org/wiki/Bos%C3%B3n
- «Interacciones fundamentales»,, Wikipedia, http://es.wikipedia.org/wiki/Interacciones_fundamentales
- Libro «¿Existe un Creador que se interese por nosotros?», publicado por los testigos de Jehová.
- La biblia, Traducción del Nuevo Mundo de las Santas Escrituras, publicada por los testigos de Jehová
- Folleto «Escuche a Dios y vivirá para siempre», publicado por los testigos de Jehová.